Sobre mí…

Soy Fati, curiosa, impaciente, con unas ganas tremendas de comerme el mundo y sobre todo me siento súper plena. Vivo en un pueblo de la Sierra de Madrid junto a mi pareja Juanki, nuestra hija Lola y mis bich@s Zuma y Bienvenido. Mi familia es mi todo y viajar es mi vela, mi ilusión. Viajamos mucho y muy variado, sobre todo en nuestra cajita de felicidad, nuestra autocaravana, donde vivimos momentos de verdadero relax. Me declaro “slowlife” adicta.
Y sobre todo…. me gusta sentir que paso por la vida y no que la vida pasa por mí.
En los últimos años he hecho diferentes formaciones, tengo un “Master en cocina natural y alimentación consciente”(Escuela de Elena Carrió), «Master en marca personal» (Kuestiona), diferentes cursos de Batchcooking (planificación y organización en la cocina en castellano parlante ;D), Trashcooking (¡Cocina centrada en no tirar nada oiga!), Batidos, Salsas, Sushi… Y sobre todo las retinas quemadas de ver, leer y coleccionar libros para sentirme bien por dentro y por fuera.
¿De dónde me viene esta pasión por la cocina y la alimentación consciente?
Siempre vi a mi madre disfrutar y moverse por la cocina. La encantaba coleccionar recortes de recetas, muchas de ellas las conservo como un tesoro. Ahora entiendo que su momento de las 13:30 era “su momento”, su momento Arguiñano. Experimentaba mucho en la cocina. Y de estar a su lado, de ver, de ser la peor y más crítica testadora de cosas nuevas nació mi pasión por la cocina. Incongruente sí, pero así es ♥
Ya de pequeña prometía con mis sandwiches de tres pisos con chorizo y nocilla… ¡Ahí es na! ;D
Lectora incansable y curiosa nata de nuevas recetas de cocina. Cuando me regalaron una Thermomix en 2005 no podía parar de ver recetas e investigar.
En 2006 comencé mi transición al vegetarianismo. Transición interrumpida cuando mi amado cuerpo así me lo ha solicitado. Durante mi embarazo el cuerpo me pedía comerme una vaca por las patas (perdonarme amadas vacas por esos 9 meses) y más adelante durante 6 meses en mi tratamiento de quimioterapia.
Sí, soy una superviviente
En octubre de 2013 me diagnosticaron un cáncer de mama, vi mi vida pasar en 5 días, mi hija tenía 2 años recién cumplidos y yo quería seguir a su lado. Me operaron tres veces y ¡¡a seguir viviendo!!
Desde el mismo momento que supe que tenía que luchar por mi vida me aferré con uñas y dientes a lo único que estaba en mi mano, mi alimentación. Pasar por “mi noche oscura” (mi cáncer de mama) me hizo terminar de ser más consciente de cómo me alimentaba.
Es por eso que mi alimentación es mi gran aliada. He confiado en ella y mi recompensa la he visto en mis revisiones, mi evolución, mis cicatrices y en mi estado anímico. En 2014 antes de terminar el tratamiento de quimioterapia ya estaba corriendo por la montaña. En 2015 tuve una operación muy gorda de reconstrucción de mama, pasé un mes en pleno julio con un corsé y sin poder estirarme. Pero 4 meses después, participé en una carrera de montaña de 16 km. Volví a escalar en 2017. A día de hoy, sigo como las cabras corriendo y escalando por las montañas.
Nunca he dejado de confiar en mí, ni en el poder sanador de la alimentación. Nunca dejes de hacerlo tú tampoco, ¡Confía!
Amo cocinar y disfruto elaborando todo aquello que comemos, sentir que me alimento sano es una sensación terapéutica para mí.
Si nos alimentamos bien tendremos salud, libertad y felicidad
Confío en que se puede comer súper sano de forma muy sencilla. Sin complicarnos ni un pelo con grandes preparaciones ni ingredientes raros. Confío en que tener una buena planificación nos da LIBERTAD y SALUD. ¿Se puede pedir más? Confío en que si las personas conseguimos LIBERTAD y SALUD seremos personas felices. Y…¿dime? No te parece que con personas FELICES podremos conseguir un mundo mejor.
Podemos aprender junt@s a organizar y planificar tu semana. ¡Venga! ¿cuánto quieres esperar para ser más saludable, libre y feliz cada día?
¿Te cuento más?